Mientras estás embarazada puedes consumir alimentos que generalmente se consideran alergénicos, siempre que no padezcas alguna alergia alimentaria, como huevo, trigo, soya, frutos secos, mariscos y fresas. Una vez tengas a tu hijo es importante que te asesores con tu pediatra para empezar la alimentación complementaria de manera segura. Te sugerimos que no introduzcas la leche de vaca hasta después del año de edad, pues se han registrado una alta prevalencia de alergia a la proteína de leche de vaca cuando ésta se introduce de manera temprana.

Por otro lado, es importante que mantengas tu hogar limpio, aspires y limpies con un trapo húmedo todas las superficies, además de mantener las plantas que pueden producir polen fuera de casa, trata de ubicarlas en el jardín. Es importante que laves las sábanas donde duerme el niño al menos una vez a la semana, esto ayudará a mantener nuestro espacio libre de moho y ácaros. 

En épocas donde el polen es abundante es necesario mantener las ventanas y puertas cerradas para evitar que ese viento entre al hogar, ya que el polen es uno de los principales causantes de alergias. Por otra parte, es fundamental mantener alejados a nuestros hijos de personas que fumen, pues el humo sólo empeorará las cosas.

En caso de que los niños se vean afectados por una alergia es importante consultar con su pediatra para que les recete los medicamentos indicados que les ayuden a combatirla, pues cada persona tiene necesidades diferentes y no es recomendable automedicarse.

Éstos son sólo algunos tips que pueden ayudar a prevenir las alergias en tus hijos, recuerda que hay múltiples formas de evitarlas, si ponemos un poco de nuestra parte no tendremos este tipo de inconvenientes en casa, ahora que ya conoces estos consejos, ponlos en práctica, te ayudarán.